Bastantes cosas se nos ocultan en este mundo como para que vivamos bajo
el yugo de unengaño o infidelidad. Y casi siempre resulta como dicen: el
cornudo es el último en enterarse. Pero la culpa muchas veces es
compartida por la persona traicionada, ya que se descuida y se deja
llevar por las corrientes de la aparente estática de una relación
amorosa. Mantenerse al tanto de la conducta de la pareja nos puede
ayudar a identificar algunos factores de que pudiera existir
infidelidad, esto no es una guía para detectar a un infiel, sino una
lista de comportamientos que podrían indicar que algo va mal en la
relación.
1 Te vuelves más deseable.
Sí, de un momento a
otro, quien comparte la cama contigo comienza a proponer diferentes
posiciones, encapricharse más en la calidad y el tiempo de los
preliminares y también se interesa por los juguetes para adultos, puede
tratarse de un intento por innovar. Pero también puede tratarse de una
señal de que hay un deseo de traición emergente. Tanta pasión puede
significar una especie de "entrenamiento intensivo" sobre los placeres
de la carne, es decir, la persona puede estar tratando de mejorar el
rendimiento para, quien sabe, demostrárselo a alguien.
2 Todo lo que dices es motivo de atención.
Es
poco probable que te hayas convertido en una persona más interesante de
un momento a otro. Los que puede estar sucediendo es que tu pareja
tenga las antenas más alerta con el fin de conocer más en profundidad
los detalles de tu rutina y horarios, el tiempo que tardas en pasar de
un lugar a otro, los caminos, los compromisos programados, etc. Todo
esto para evitar que la encuentres en flagrancia, en cuyo caso deberías
poner en marcha el proyecto "caza a la Tracy".
3 Insatisfacción y demostración de celos.
¿Has
sentido celos demás? La desconfianza exagerada e infundada termina con
las relaciones más prometedoras. Quién se siente en un huracán de celos
todo el tiempo puede involucrarse en otra relación por dos razones: la
primera es, de modo inconsciente, parasatisfacer las expectativas de los
celos. La segunda razón sería buscar en otra relación una válvula de
escape para la excesiva vigilancia.
4 Distanciamiento después de la llegada de un bebé.
La
llegada de un bebé es una prueba de fuego para muchos hombres y
mujeres. El niño, en especial el primero, ocupa siempre el papel de un
elemento extraño en la vida de la pareja. La rutina cambia por completo y
ambos deben tener en cuenta los nuevos roles de padre y madre, sin
dejar de lado el hecho de que son pareja. Problemas como que la mujer se
enfoque demasiado en la maternidad y solo se preocupe por el niño,
pueden provocar que el hombre se vuelva celoso respecto del nuevo
miembro de la familia o que la pareja no tenga la estructura emocional
para manejar los cambios que un recién nacido trae a casa, pueden
desencadenar una crisis. No resolver estos problemas puede llevar a la
traición de los dos.
5 Los familiares se entrometen en la relación.
Es
obvio que la familia no puede ser acusada, directamente, de la
infidelidad de una de las partes de la pareja. Pero las conjeturas y las
implicaciones de los familiares ayudan, sí, a desgastar una relación,
especialmente si uno de los dos no toma ninguna medida al respecto. La
interferencia frecuente de la familia anula y devalúa el respeto a la
pareja. Y, como una forma de escapar de la presión, por ejemplo, no es
raro que el alivio sea encontrado en los brazos de alguien más.
6 La persona está en crisis.
La
crisis no siempre tiene que ver con la relación o con la pareja, bien
podría deber sea a una carrera frustrada, proyectos personales
desestimados, sueños dejados atrás o la llegada a una edad determinada.
La persona se siente, en general, insatisfecha, con ganas de dar un
vuelco a su vida. Es este deseo de cambio el que a menudo deja espacio
para el surgimiento de un nuevo romance.
7 No hay contacto visual durante las conversaciones.
La
mirada en muchas situaciones, dice más que las palabras e incluso puede
contradecirlas. Evitar el contacto visual es una forma de tratar de
ocultar sentimientos, como dilemas íntimos.
8 Aumentos de interés cultural.
Cuando
nos relacionamos con alguien, tratamos de dar y mostrar lo mejor de
nosotros. Después de todo, la intención es seducir. El tiempo de
convivencia entre una pareja va haciendo que hombres y mujeres vayan
mostrando su peor lado. El mal humor, la falta de atención, la cara fea
en la mañana¦ Siguiendo esta lógica, él o ella puede comenzar a invertir
más en la información y a interesarse en nuevos géneros de diferentes
libros, películas y musicales. Lo más probable es que, de esta forma, la
persona quiera ampliar su acervo cultural para impresionar a algún
objetivo amoroso.
9 Creer que has ganado el juego.
Te
dejaste llevar por el lado oscuro de la rutina, que es considerar que
tu pareja te pertenece para siempre. Cualquiera que piense de esa manera
no se esfuerza para seducir ni para alimentar el deseo o la inseguridad
del otro, factores críticos para sostener la relación. Un poco de miedo
de perder siempre es bueno. Si percibes que tu pareja se da cuenta de
tu exceso de confianza, cuidado. La indulgencia masculina, por lo
general detona varios casos de infidelidad femenina. Gran parte de las
mujeres que engañan no buscan sexo. Tienen sexo en casa. Lo que no
tienen, muchas veces, es besos en la boca, romance, elogios. Quieren
sentirse conquistadas y seducidas.
10 Comportamientos comunes se vuelven inestables.
La
persona parece confusa, perdida en la luna. Incluso puede presentar
lapsos de olvido y perder la concentración cuando está hablando algo.
Este estado puede demostrar que, a nivel interno, la persona está
viviendo un conflicto mayor y teniendo en cuenta los pros y los contras
de cometer una infidelidad.
Fuente: marcianosmx.com